Your Egg Freezing Journey with Avida Fertility

At Avida Fertility, we understand that planning your reproductive future is an important decision. Egg freezing is an effective option for preserving your fertility until you're ready for motherhood. Our team of specialists is here to guide you every step of the way, with the latest technology and a personalized approach.

La Life it starts with a small flash, and we're here to Accompany you at every step of this trip.

Egg Freezing with Avida Fertility: Your Story Starts Here

From the initial consultation to the safe preservation of your eggs, every stage of your journey is designed to offer you peace of mind and confidence.

1: Initial consultation and evaluation

It all starts with a conversation. Our team performs a detailed evaluation of your reproductive health using tests such as hormonal tests (AMH, FSH, estradiol) and ultrasound to evaluate ovarian reserve. Based on these results, we design a personalized plan according to your needs.

2: Ovarian Stimulation and Monitoring

Hormonal medications are given to stimulate your ovaries and obtain multiple mature eggs. During this period, we perform transvaginal ultrasound and blood tests to monitor your response and adjust treatment as needed.

3: Egg Extraction and Freezing

Once the eggs are ready, they are extracted using an ultrasound guided follicular puncture, a safe and minimally invasive procedure. The eggs are frozen through vitrification, a rapid freezing technique that preserves their quality and long-term viability.

4: Secure storage and future options

Frozen eggs are stored under optimal conditions until you decide to use them. When you're ready, our specialists will guide you through the thawing and fertilization process to maximize your chances of success.

Ready to take the first step?

Our team of experts at Avida Fertility is here to support you every step of the way. Contact us today and preserve your fertility with confidence.

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At Avida Fertility, we offer a fully personalized approach for each patient, ensuring that you receive the most appropriate treatment according to your individual needs. Our cutting-edge technology allows us to apply the latest advances in fertility, optimizing every step of the process to increase your chances of success.

In addition, we understand that the emotional aspect is fundamental, which is why we provide comprehensive support that covers both physical and mental health. Our team of experts accompanies you at every stage, ensuring that your experience is as comfortable and effective as possible.

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¿Cómo funciona el procedimiento de congelación de óvulos?

La congelación de óvulos, técnicamente conocida como criopreservación de ovocitos, es un proceso médico que permite preservar la fertilidad femenina. El procedimiento comienza con una estimulación ovárica controlada mediante hormonas para producir múltiples óvulos. Este proceso dura aproximadamente 10-12 días, durante los cuales se realizan monitoreos regulares mediante ultrasonidos y análisis de sangre.

Una vez que los folículos alcanzan el tamaño adecuado, se administra una inyección final para madurar los óvulos. La extracción de óvulos se realiza 36 horas después mediante un procedimiento ambulatorio bajo sedación ligera. Un médico especialista utiliza una aguja guiada por ultrasonido para extraer los óvulos de los folículos ováricos, un proceso que generalmente dura unos 15-20 minutos.

Los óvulos extraídos son evaluados por embriólogos en el laboratorio para determinar su madurez. Solo los óvulos maduros son adecuados para la congelación. El método más utilizado actualmente es la vitrificación, una técnica de congelación ultrarrápida que previene la formación de cristales de hielo que podrían dañar los óvulos. Según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM), la vitrificación ha mejorado significativamente las tasas de supervivencia de los óvulos tras la descongelación (Trusted Source).

Los óvulos vitrificados se almacenan en tanques de nitrógeno líquido a -196°C, donde pueden permanecer preservados durante años sin deterioro significativo. Cuando la mujer decide utilizarlos, los óvulos son descongelados, fertilizados mediante FIV-ICSI y los embriones resultantes son transferidos al útero.

¿Cuáles son las etapas del ciclo de estimulación ovárica?

El ciclo de estimulación ovárica para la congelación de óvulos consta de varias etapas bien definidas. La primera fase es la evaluación inicial, que incluye análisis hormonales, ecografías y pruebas de reserva ovárica como el conteo de folículos antrales y la medición de la hormona antimülleriana (AMH).

La segunda etapa es la supresión hormonal, que sincroniza el ciclo menstrual para optimizar la respuesta a la estimulación. Esta fase puede realizarse mediante anticonceptivos orales o agonistas de la GnRH, dependiendo del protocolo elegido por el especialista.

La tercera fase es la estimulación ovárica propiamente dicha, que dura aproximadamente 10-12 días. Durante este periodo, se administran inyecciones diarias de hormonas gonadotropinas que estimulan el desarrollo simultáneo de múltiples folículos. El progreso se monitorea mediante ecografías seriadas y análisis de estradiol en sangre.

La cuarta etapa es la maduración final, que se induce con una inyección de hCG o un agonista de GnRH cuando los folículos alcanzan el tamaño adecuado. Esta inyección desencadena los procesos finales de maduración ovocitaria antes de la extracción.

La quinta y última fase es la recuperación de óvulos, realizada 34-36 horas después de la inyección de maduración final. Tras el procedimiento, la paciente puede experimentar molestias menores que suelen resolverse en 24-48 horas.

¿Qué métodos de criopreservación se utilizan actualmente?

Actualmente existen dos métodos principales para la criopreservación de óvulos: la congelación lenta y la vitrificación. La congelación lenta fue el primer método utilizado, pero ha sido ampliamente reemplazada por la vitrificación debido a sus mejores resultados.

La vitrificación es un proceso de congelación ultrarrápido que transforma las células en un estado vítreo sin formar cristales de hielo. Este método utiliza altas concentraciones de crioprotectores y velocidades de enfriamiento extremadamente rápidas (15,000-30,000°C por minuto). La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la vitrificación como el método preferido para la criopreservación de óvulos debido a sus mejores tasas de supervivencia post-descongelación (Trusted Source).

Los avances recientes en la tecnología de vitrificación han permitido alcanzar tasas de supervivencia de óvulos superiores al 90%, frente al 60-70% que se conseguía con la congelación lenta. Estos avances incluyen la optimización de las soluciones crioprotectoras y el desarrollo de dispositivos especializados como el Cryotop® o el Cryolock®, que permiten velocidades de enfriamiento aún más rápidas.

Los laboratorios de FIV modernos emplean protocolos estandarizados de vitrificación y desvitrificación que garantizan la consistencia y reproducibilidad del proceso. Estos protocolos son fundamentales para mantener la integridad celular y el potencial de desarrollo de los óvulos tras la descongelación.

¿Cuánto tiempo se necesita para recuperarse después del procedimiento?

La recuperación después de la extracción de óvulos es generalmente rápida y con mínimas complicaciones. La mayoría de las pacientes pueden retomar sus actividades normales al día siguiente del procedimiento. Sin embargo, es recomendable evitar el ejercicio intenso y las relaciones sexuales durante 3-5 días para prevenir posibles complicaciones.

Durante las primeras 24 horas, es común experimentar cierto dolor abdominal similar a calambres menstruales, que puede manejarse con analgésicos comunes. También puede presentarse un ligero sangrado vaginal que suele resolverse en uno o dos días. La hinchazón abdominal es otro síntoma frecuente, consecuencia de la estimulación ovárica previa, y puede persistir hasta la siguiente menstruación.

Es importante mantenerse bien hidratada y seguir las indicaciones médicas específicas. La próxima menstruación suele presentarse entre 7 y 14 días después de la extracción, pudiendo ser más abundante de lo habitual debido a la estimulación hormonal.

Las complicaciones graves son infrecuentes, ocurriendo en menos del 1% de los casos. La más significativa es el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO), cuya incidencia ha disminuido notablemente gracias a los protocolos actualizados de estimulación y al uso de agonistas de GnRH para la maduración final en pacientes de alto riesgo.

¿Qué cuidados especiales requiere una mujer tras la extracción de óvulos?

Tras la extracción de óvulos, las recomendaciones médicas incluyen reposo relativo durante las primeras 24 horas. Es aconsejable que la paciente acuda acompañada al procedimiento, ya que no podrá conducir después debido a los efectos residuales de la sedación.

La alimentación debe ser equilibrada y con adecuada hidratación, recomendándose la ingesta de 2-3 litros de líquidos diarios para prevenir la deshidratación y reducir el riesgo de SHO. Se aconseja evitar el consumo de alcohol y tabaco durante al menos una semana.

Es fundamental prestar atención a posibles señales de alarma como dolor intenso que no cede con analgésicos, fiebre superior a 38°C, distensión abdominal severa, dificultad respiratoria o disminución notable en la producción de orina. Estos síntomas requieren atención médica inmediata ya que podrían indicar complicaciones como infección, sangrado interno o síndrome de hiperestimulación ovárica grave.

Las revisiones médicas post-procedimiento suelen programarse a los 7-14 días para verificar la correcta recuperación ovárica y descartar complicaciones tardías. Durante estas revisiones, el especialista evaluará mediante ecografía la normalización del tamaño ovárico y confirmará la ausencia de líquido libre en la cavidad abdominal.

IVF > Types

¿Por qué una mujer consideraría congelar sus óvulos?

La congelación de óvulos ofrece múltiples ventajas para mujeres en diversas situaciones. La preservación de la fertilidad es el beneficio primordial, especialmente relevante considerando que la calidad y cantidad de óvulos disminuye progresivamente con la edad. Esta realidad biológica contrasta con el creciente número de mujeres que posponen la maternidad por razones educativas, profesionales o personales.

Las estadísticas demuestran que la edad media para el primer embarazo ha aumentado significativamente en las últimas décadas. En México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la edad promedio del primer embarazo ha pasado de 22 años en la década de los 80 a casi 29 años actualmente. La congelación de óvulos permite a las mujeres preservar gametos más jóvenes y saludables para utilizarlos cuando estén preparadas para la maternidad.

Otro beneficio fundamental es la autonomía reproductiva. La congelación de óvulos brinda a las mujeres mayor control sobre su planificación familiar, reduciendo la presión biológica y permitiéndoles tomar decisiones reproductivas más alineadas con sus proyectos de vida. Esta tecnología facilita la preservación de la fertilidad frente a circunstancias como no haber encontrado la pareja adecuada o desear establecerse profesionalmente antes de formar una familia.

Para pacientes que enfrentan tratamientos médicos que pueden afectar su fertilidad, como quimioterapia, radioterapia o cirugías ováricas, la congelación de óvulos representa una valiosa opción de preservación médica de la fertilidad. La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) recomienda discutir opciones de preservación de fertilidad con todas las pacientes en edad reproductiva antes de iniciar tratamientos oncológicos (Trusted Source).

¿Cuáles son las tasas de éxito de la congelación de óvulos?

Las tasas de éxito de la congelación de óvulos han mejorado notablemente en la última década gracias a los avances en las técnicas de vitrificación. Según estudios recientes, las tasas de supervivencia de óvulos tras la descongelación superan el 90%, mientras que las tasas de fertilización oscilan entre el 70-80%.

El factor más determinante en el éxito del procedimiento es la edad de la mujer al momento de la congelación. Los datos muestran que las mujeres menores de 35 años tienen mejores pronósticos, con tasas de nacido vivo por transferencia embrionaria que pueden alcanzar el 40-50%. Este porcentaje disminuye gradualmente con la edad, siendo aproximadamente del 30-35% entre los 35-37 años, 20-25% entre los 38-40 años, y menos del 15% en mayores de 40 años.

El número de óvulos congelados también influye significativamente en las probabilidades de éxito. Los estudios indican que para maximizar las posibilidades de un nacido vivo, se recomienda congelar aproximadamente 8-10 óvulos en mujeres menores de 35 años, 10-12 óvulos entre 35-37 años, 12-15 óvulos entre 38-40 años, y más de 15 óvulos en mayores de 40 años. Estos números son orientativos y pueden variar según las características individuales de cada paciente.

La calidad del laboratorio y la experiencia del equipo embriológico son factores igualmente cruciales. Los centros especializados con programas establecidos de criopreservación suelen reportar mejores resultados. Es fundamental comprender que la congelación de óvulos no garantiza un embarazo futuro, pero aumenta considerablemente las posibilidades en comparación con intentar concebir naturalmente a edades avanzadas.

¿Qué limitaciones tiene la congelación de óvulos?

A pesar de sus beneficios, la congelación de óvulos presenta ciertas limitaciones que deben considerarse. El costo económico es una de las principales barreras, con precios que en México oscilan entre 40,000 y 70,000 pesos por ciclo, sin incluir el almacenamiento anual que puede costar entre 5,000 y 15,000 pesos adicionales. La mayoría de los seguros médicos no cubren este procedimiento cuando se realiza por motivos no médicos, lo que limita su accesibilidad.

Otra limitación importante es que el proceso no ofrece garantías absolutas. Incluso en condiciones óptimas, no todos los óvulos sobreviven a la descongelación, se fertilizan exitosamente o desarrollan embriones viables. Esta realidad puede generar falsas expectativas en mujeres que postergan la maternidad confiando plenamente en esta tecnología como un "seguro de fertilidad".

Las consideraciones éticas y legales también representan limitaciones. En algunos países existen restricciones sobre el tiempo máximo de almacenamiento o sobre quién puede acceder a estos procedimientos. Adicionalmente, pueden surgir dilemas sobre la disposición de los óvulos en caso de fallecimiento de la mujer si no existen directivas anticipadas claras.

El procedimiento implica riesgos médicos asociados a la estimulación hormonal y la extracción de óvulos, como el síndrome de hiperestimulación ovárica, sangrado o infección. Aunque infrecuentes, estas complicaciones deben ser consideradas en la evaluación riesgo-beneficio.

Finalmente, existe una limitación informativa importante. Muchas mujeres desconocen que la congelación de óvulos preserva la calidad ovocitaria pero no detiene el envejecimiento uterino ni previene complicaciones obstétricas asociadas a la edad materna avanzada como preeclampsia, diabetes gestacional o parto prematuro.

¿Cómo se compara con otras opciones de preservación de fertilidad?

La congelación de óvulos es una de varias opciones disponibles para la preservación de la fertilidad, cada una con características distintivas. En comparación con la congelación de embriones, la criopreservación de óvulos ofrece mayor autonomía reproductiva, ya que no requiere esperma en el momento de la preservación. Esto es particularmente relevante para mujeres sin pareja o que prefieren no crear embriones por motivos éticos o religiosos.

La congelación de tejido ovárico representa otra alternativa, especialmente para pacientes prepúberes o mujeres que requieren iniciar tratamientos oncológicos urgentemente sin tiempo para completar un ciclo de estimulación ovárica. Sin embargo, esta técnica se considera más experimental que la congelación de óvulos, con menores tasas de éxito y disponibilidad limitada en centros altamente especializados.

Para hombres, la congelación de esperma constituye una opción más sencilla y económica que la congelación de óvulos, requiriendo únicamente una muestra de semen sin necesidad de medicación o procedimientos invasivos. Las tasas de supervivencia espermática post-descongelación superan el 50% en la mayoría de los casos.

Los fármacos protectores gonadales durante la quimioterapia representan otra estrategia para pacientes oncológicas, aunque su eficacia varía según el tipo de cáncer y el régimen quimioterapéutico. Estos medicamentos pueden utilizarse complementariamente a la congelación de óvulos pero no como sustitutos.

Para situaciones específicas como el tratamiento de fertilidad en personas transgénero, la congelación de óvulos antes de iniciar la terapia hormonal cruzada o cirugías afirmativas de género permite preservar la posibilidad de tener hijos biológicos en el futuro.

¿Cuáles son las consideraciones psicológicas y emocionales?

El proceso de congelación de óvulos conlleva importantes implicaciones psicológicas y emocionales que merecen atención específica. La decisión de preservar la fertilidad puede generar una compleja mezcla de alivio y ansiedad. Por un lado, muchas mujeres experimentan tranquilidad al mitigar la presión del "reloj biológico"; por otro, el procedimiento puede intensificar preocupaciones sobre el futuro reproductivo.

Durante el tratamiento, las fluctuaciones hormonales derivadas de la estimulación ovárica pueden provocar cambios de humor, irritabilidad o labilidad emocional. Estos efectos, sumados al estrés inherente al proceso médico, pueden impactar significativamente el bienestar emocional de las pacientes.

La incertidumbre sobre los resultados representa otro factor estresante. A pesar de congelar óvulos, no existe garantía absoluta de lograr un embarazo futuro, lo que puede generar expectativas poco realistas o temores persistentes. Profesionales de salud mental especializados en medicina reproductiva pueden proporcionar acompañamiento valioso durante esta etapa.

Para mujeres que congelan óvulos por diagnóstico oncológico, la experiencia puede ser particularmente intensa, debiendo procesar simultáneamente el diagnóstico de cáncer y decisiones sobre su fertilidad futura en un periodo extremadamente breve. En estos casos, el apoyo psicológico especializado resulta fundamental.

Las implicaciones sociales y relacionales también son relevantes. Algunas mujeres enfrentan cuestionamientos de su entorno sobre su decisión de postergar la maternidad, mientras otras pueden experimentar dificultades para comunicar este proceso a potenciales parejas futuras. Los grupos de apoyo entre pacientes con experiencias similares pueden ofrecer un espacio valioso para compartir preocupaciones y estrategias de afrontamiento.

Congelación de óvulos > Candidatas

¿Quiénes son las mejores candidatas para la congelación de óvulos?

Las candidatas ideales para la congelación de óvulos son principalmente mujeres jóvenes que anticipan un retraso en su proyecto de maternidad. Las mujeres menores de 35 años obtienen los mejores resultados, ya que la calidad ovocitaria es óptima en este rango etario. Diversos estudios demuestran que la tasa de nacidos vivos por óvulo descongelado es aproximadamente tres veces mayor cuando los óvulos se congelan antes de los 35 años en comparación con aquellos preservados después de los 40.

Las pacientes diagnosticadas con cáncer que enfrentarán tratamientos gonadotóxicos como quimioterapia o radioterapia pélvica son candidatas prioritarias para la preservación de fertilidad. En estos casos, existe la posibilidad de realizar protocolos de estimulación ovárica adaptados que permiten iniciar el tratamiento oncológico con mínima demora.

Mujeres con antecedentes familiares de menopausia precoz o diagnosticadas con reserva ovárica disminuida también pueden beneficiarse significativamente de la congelación temprana de óvulos. En estos casos, la preservación permite salvaguardar gametos antes de un deterioro acelerado de la función ovárica.

Las mujeres que planean someterse a cirugías ováricas por patologías como endometriomas o tumores benignos son igualmente buenas candidatas, ya que estos procedimientos pueden reducir la reserva ovárica. La congelación previa a la intervención quirúrgica optimiza las posibilidades reproductivas futuras.

Por último, mujeres que desean preservar su fertilidad por motivos profesionales, educativos o personales que impliquen posponer la maternidad son candidatas adecuadas, especialmente si se encuentran en la franja de edad óptima. El asesoramiento personalizado es fundamental para evaluar cada caso particular y determinar el momento más conveniente para realizar el procedimiento.

¿Cuáles son los requisitos médicos previos al procedimiento?

Antes de iniciar un ciclo de congelación de óvulos, se requiere una evaluación médica integral para optimizar resultados y minimizar riesgos. Esta valoración comienza con una historia clínica detallada que incluye antecedentes médicos, quirúrgicos, ginecológicos y familiares relevantes.

La evaluación de la reserva ovárica es fundamental y se realiza mediante análisis hormonales específicos como la hormona antimülleriana (AMH), FSH y estradiol en día 2-3 del ciclo menstrual. Complementariamente, se efectúa una ecografía transvaginal para el conteo de folículos antrales, otro indicador confiable de la reserva ovárica.

Los exámenes de laboratorio preoperatorios incluyen hemograma completo, pruebas de coagulación, grupo sanguíneo y factor Rh. También se recomienda serología para enfermedades infecciosas como VIH, hepatitis B y C, y sífilis, siguiendo protocolos similares a los utilizados en donación de óvulos.

La valoración anestésica es obligatoria para determinar la idoneidad de la paciente para sedación durante la extracción ovocitaria. Se evalúan factores como índice de masa corporal, enfermedades crónicas y alergias medicamentosas.

En casos específicos como pacientes oncológicas, puede requerirse autorización del oncólogo tratante para confirmar que la estimulación ovárica no está contraindicada según el tipo de tumor. Para pacientes con patologías endocrinas como síndrome de ovario poliquístico o alteraciones tiroideas, se recomienda optimizar su control previo al inicio de la estimulación para mejorar resultados y reducir complicaciones.

Finalmente, es fundamental una evaluación psicológica para confirmar que la paciente comprende plenamente las implicaciones del procedimiento, tiene expectativas realistas y cuenta con herramientas emocionales adecuadas para afrontar el proceso.

¿Qué condiciones médicas podrían contraindicar este procedimiento?

Existen diversas condiciones médicas que pueden representar contraindicaciones absolutas o relativas para la congelación de óvulos. Entre las contraindicaciones absolutas se encuentran tumores hormono-dependientes como cáncer de mama con receptores positivos a estrógenos sin autorización oncológica, ya que la estimulación ovárica podría potencialmente estimular el crecimiento tumoral.

Otras contraindicaciones absolutas incluyen afecciones que impidan la sedación o el acceso transvaginal a los ovarios, como malformaciones anatómicas severas. La insuficiencia ovárica prematura confirmada también constituye una contraindicación absoluta, ya que la respuesta a la estimulación sería prácticamente nula.

Entre las contraindicaciones relativas se encuentra la obesidad mórbida (IMC>40), que complica tanto el procedimiento anestésico como la visualización ecográfica de los ovarios durante la extracción. La trombofilia no tratada también representa un riesgo aumentado debido a la elevación de estrógeno durante la estimulación, que incrementa el riesgo trombótico.

Las enfermedades autoinmunes no controladas, especialmente aquellas con afectación sistémica como lupus eritematoso sistémico, pueden representar una contraindicación relativa dependiendo de la actividad de la enfermedad. Se recomienda una evaluación conjunta con reumatología para determinar el momento óptimo para el procedimiento.

La endometriosis severa con afectación de ovarios puede dificultar técnicamente la extracción ovocitaria y reducir la respuesta a la estimulación. Sin embargo, paradójicamente, estas pacientes podrían beneficiarse especialmente de la preservación de fertilidad antes de que la enfermedad progrese o requiera cirugía.

Otras situaciones como problemas de fertilidad masculina en la pareja no contraindican la congelación de óvulos, pero podrían hacer más recomendable la congelación de embriones mediante FIV con ICSI si el proyecto parental es conjunto.

¿A qué edad es más recomendable realizar este procedimiento?

La edad óptima para la congelación de óvulos se sitúa entre los 25 y 35 años, periodo en el que se combina una buena reserva ovárica con calidad ovocitaria excelente. Los estudios científicos demuestran que los resultados son significativamente mejores cuando los óvulos se congelan antes de los 35 años, con tasas de éxito que pueden duplicar o triplicar las obtenidas con óvulos preservados después de los 38 años.

La congelación demasiado temprana, antes de los 25 años, generalmente no se recomienda a menos que existan indicaciones médicas específicas como tratamientos oncológicos inminentes o enfermedades que afectarán prematuramente la fertilidad. Esto se debe al potencial arrepentimiento futuro y a que muchas mujeres lograrán concebir naturalmente sin necesidad de recurrir a esta tecnología.

Por otro lado, aunque la congelación después de los 38 años presenta resultados más limitados, puede seguir siendo una opción válida. Sin embargo, las pacientes deben recibir asesoramiento realista sobre las probabilidades de éxito reducidas. En estos casos, generalmente se recomienda realizar múltiples ciclos de estimulación para acumular un mayor número de óvulos que compensen la menor tasa de éxito por óvulo individual.

La evidencia científica muestra que para lograr un 75% de probabilidades de al menos un nacido vivo, se necesitan aproximadamente 8-10 óvulos maduros en mujeres menores de 35 años, mientras que este número aumenta a 15-20 óvulos en mujeres de 38-40 años. Después de los 42 años, incluso con 25-30 óvulos preservados, las probabilidades no superan el 50%.

Es fundamental un asesoramiento personalizado que considere no solo la edad cronológica sino también la reserva ovárica individual, antecedentes familiares de menopausia precoz, y factores socioeconómicos como el costo de los tratamientos de fertilidad y las posibilidades de realizar múltiples ciclos si fuera necesario.

¿Pueden las pacientes oncológicas congelar óvulos de forma segura?

La preservación de fertilidad mediante congelación de óvulos es generalmente segura para pacientes oncológicas, aunque requiere un abordaje especializado y multidisciplinario. Para muchas pacientes diagnosticadas con cáncer en edad reproductiva, la preservación de la fertilidad constituye una prioridad esencial junto al tratamiento de su enfermedad.

Los protocolos adaptados para pacientes oncológicas incluyen esquemas de estimulación ovárica acelerados conocidos como "random start", que permiten iniciar la estimulación en cualquier momento del ciclo menstrual, reduciendo los tiempos de espera a solo 2-3 semanas. Esta adaptación minimiza los retrasos en el inicio del tratamiento oncológico, factor crítico en muchos tipos de cáncer.

Para tumores hormono-sensibles como algunos cánceres de mama, se implementan protocolos con inhibidores de aromatasa (como letrozol) que permiten la estimulación ovárica manteniendo niveles de estradiol más bajos. Diversos estudios no han demostrado impacto negativo en la supervivencia o recurrencia del cáncer con estos protocolos modificados (Trusted Source).

La coordinación entre el equipo de oncología y reproducción asistida es fundamental. Se recomienda realizar una prueba de reserva ovárica antes de iniciar tratamientos oncológicos para establecer un pronóstico reproductivo basal. En casos de cánceres hematológicos como leucemia, donde puede existir riesgo teórico de contaminación de los óvulos con células malignas, algunos centros implementan protocolos especiales de lavado y análisis.

Es importante destacar que el pronóstico oncológico sigue siendo la prioridad absoluta, y la preservación de fertilidad solo debe considerarse cuando no comprometa el tratamiento de la enfermedad de base. Para pacientes pediátricas o prepúberes, existen otras alternativas como la criopreservación de tejido ovárico, aunque esta técnica se considera más experimental.

¿Es adecuado este procedimiento para mujeres con baja reserva ovárica?

La congelación de óvulos en mujeres con baja reserva ovárica presenta desafíos específicos pero puede ser una opción válida en determinados casos. Las pacientes con esta condición, caracterizada por niveles reducidos de hormona antimülleriana (AMH<1.1 ng/ml) y bajo conteo de folículos antrales (<5-7 folículos), generalmente obtienen menos óvulos por ciclo de estimulación.

Para estas pacientes, es fundamental establecer expectativas realistas. La respuesta a la estimulación será limitada incluso con dosis altas de gonadotropinas, y posiblemente se requieran múltiples ciclos para acumular un número adecuado de óvulos que ofrezca probabilidades razonables de éxito futuro. Algunos centros recomiendan acumular al menos 8-12 óvulos para mujeres menores de 35 años con baja reserva, y proporcionalmente más para edades superiores.

Los protocolos de estimulación para estas pacientes suelen incluir esquemas con antagonistas de GnRH y dosis elevadas de gonadotropinas, frecuentemente complementados con adyuvantes como hormona de crecimiento o andrógenos para optimizar la respuesta folicular. La evidencia sobre la eficacia de estos adyuvantes es limitada pero prometedora en casos seleccionados.

El doble estímulo o protocolo DuoStim es una estrategia emergente para estas pacientes, consistente en realizar dos estimulaciones consecutivas en el mismo ciclo menstrual (fase folicular y lútea). Esta aproximación permite duplicar el número de óvulos obtenidos en un período más corto, particularmente beneficioso cuando el tiempo es limitado o la reserva está significativamente comprometida.

La congelación de óvulos en casos de baja reserva ovárica debe considerarse una medida preventiva precoz más que una solución tardía. El consejo médico generalmente recomendará proceder lo antes posible, ya que la calidad y cantidad ovocitaria continuarán disminuyendo con el tiempo. Para algunas pacientes con reserva extremadamente baja, la donación de óvulos puede representar una alternativa más realista que debe discutirse como parte del asesoramiento integral.

Es crucial un enfoque individualizado que considere la edad, el grado de compromiso de la reserva, las expectativas de la paciente y sus recursos económicos para posibles ciclos múltiples. El soporte psicológico especializado cobra especial relevancia en estos casos, donde las posibilidades de éxito pueden ser más limitadas.

Congelación de óvulos > Costos

¿Cuánto cuesta congelar óvulos en México?

El costo de la congelación de óvulos en México varía considerablemente según la clínica, la ciudad y los servicios incluidos. El precio base del procedimiento oscila entre 50,000 y 90,000 pesos mexicanos por ciclo de estimulación, incluyendo medicamentos, monitorización folicular, extracción de óvulos y vitrificación.

Los medicamentos para estimulación ovárica representan una parte significativa del costo total, aproximadamente el 30-40% del presupuesto. La dosis requerida depende de factores individuales como la edad, el índice de masa corporal y la reserva ovárica, pudiendo variar entre 25,000 y 40,000 pesos. En algunos casos, estos medicamentos pueden adquirirse con descuentos a través de programas especiales de apoyo a pacientes.

Al costo inicial debe añadirse el almacenamiento anual de los óvulos, que varía entre 5,000 y 15,000 pesos por año. Las clínicas suelen ofrecer planes de almacenamiento plurianuales con descuentos por pago anticipado. Es importante considerar este gasto recurrente en la planificación financiera del procedimiento.

Cuando la paciente decide utilizar los óvulos almacenados, debe contemplar costos adicionales como la descongelación, fertilización mediante ICSI y transferencia embrionaria, que en conjunto pueden sumar entre 40,000 y 70,000 pesos adicionales. Algunas clínicas ofrecen paquetes integrales con descuentos significativos que incluyen todo el proceso desde la estimulación hasta la transferencia futura.

En comparación con países como Estados Unidos, donde el mismo procedimiento puede costar entre 10,000 y 20,000 dólares (aproximadamente 200,000-400,000 pesos mexicanos), México ofrece una alternativa más accesible manteniendo estándares internacionales de calidad. Sin embargo, sigue siendo un tratamiento costoso no cubierto por la mayoría de los seguros médicos cuando se realiza por motivos no médicos.

¿Qué incluye el precio de un ciclo completo?

Un ciclo completo de congelación de óvulos incluye diversos componentes que es importante conocer para comprender adecuadamente el presupuesto total. La mayoría de las clínicas estructuran sus paquetes incluyendo los siguientes elementos esenciales:

La evaluación inicial comprende las consultas médicas especializadas, análisis hormonales básicos y ecografías para determinar la reserva ovárica. Esta fase diagnóstica puede costar entre 5,000 y 8,000 pesos, aunque algunas clínicas la incluyen sin costo adicional como parte de su estrategia comercial o la descuentan del precio total si la paciente procede con el tratamiento.

El protocolo de estimulación incluye el diseño personalizado del esquema de medicación y las ecografías de monitoreo folicular (generalmente 4-5 durante el ciclo). Este seguimiento médico representa aproximadamente 10,000-15,000 pesos del presupuesto total.

La extracción de óvulos bajo sedación, realizada en quirófano con presencia de anestesiólogo, supone un costo aproximado de 15,000-25,000 pesos, incluyendo el uso de instalaciones y equipamiento especializado. La vitrificación y almacenamiento del primer año suelen añadir otros 10,000-15,000 pesos adicionales.

Es importante verificar si el paquete incluye todos los medicamentos necesarios o solo una cantidad limitada, ya que esto puede generar costos adicionales significativos. Algunas clínicas ofrecen paquetes "todo incluido" mientras que otras presupuestan los medicamentos por separado según las necesidades individuales de cada paciente.

Muchas clínicas realizan pruebas de fertilidad femenina complementarias como cariotipo, serologías o perfiles hormonales completos que pueden o no estar incluidos en el precio base. Es recomendable solicitar un desglose detallado de todos los conceptos incluidos y verificar posibles gastos adicionales no contemplados inicialmente.

¿Existen opciones de financiamiento o seguros que cubran este procedimiento?

Las opciones de financiamiento para la congelación de óvulos en México han aumentado en los últimos años, aunque siguen siendo limitadas en comparación con otros procedimientos médicos. Algunas clínicas de fertilidad ofrecen planes de pago propios que permiten distribuir el costo total en cuotas mensuales, generalmente sin intereses o con intereses reducidos durante periodos de 6 a 12 meses.

Varias instituciones financieras han desarrollado préstamos específicos para tratamientos de fertilidad, con condiciones más favorables que los créditos personales convencionales. Estas opciones suelen ofrecer plazos extendidos de hasta 36 o 48 meses, aunque implican el pago de intereses que incrementan el costo final del procedimiento.

En cuanto a la cobertura por seguros, la situación es más restrictiva. La mayoría de las pólizas de seguro médico privado en México no cubren la congelación de óvulos cuando se realiza por motivos sociales o de planificación familiar. Sin embargo, cuando existe una indicación médica clara como preservación previa a tratamientos oncológicos, algunas aseguradoras pueden cubrir parcialmente el procedimiento, generalmente requiriendo autorizaciones especiales y documentación médica detallada.

Algunas empresas multinacionales han comenzado a incluir la preservación de fertilidad como parte de sus paquetes de beneficios para empleados, siguiendo tendencias iniciadas en Estados Unidos y Europa. Estas coberturas pueden ser totales o parciales y generalmente están limitadas a un único ciclo de estimulación.

Existen también programas de apoyo específicos para pacientes oncológicas a través de fundaciones y organizaciones sin fines de lucro que pueden proporcionar asistencia financiera o descuentos significativos. Estos programas evalúan cada caso individualmente según criterios médicos y socioeconómicos.

Es recomendable explorar múltiples opciones financieras y negociar directamente con las clínicas, ya que muchas ofrecen descuentos no publicitados o planes personalizados para hacer el tratamiento más accesible.

¿Qué factores pueden hacer variar el costo final del procedimiento?

Múltiples factores pueden modificar significativamente el presupuesto final de un proceso de congelación de óvulos. La edad y reserva ovárica de la paciente impactan directamente en la cantidad de medicación requerida; mujeres de mayor edad o con reserva ovárica disminuida generalmente necesitan dosis más elevadas de gonadotropinas, lo que puede incrementar el costo farmacológico hasta en un 50%.

La experiencia y prestigio de la clínica y sus especialistas representa otro factor determinante. Los centros con mayores tasas de éxito publicadas o certificaciones internacionales suelen aplicar tarifas superiores, aunque este sobrecosto puede justificarse por mejores resultados finales y tecnología más avanzada.

La localización geográfica también influye considerablemente. Las clínicas en Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara generalmente presentan precios más elevados que aquellas ubicadas en ciudades menos pobladas, con diferencias que pueden alcanzar el 20-30% para servicios equivalentes.

El tipo de protocolo seleccionado afecta igualmente el presupuesto. Protocolos personalizados con adyuvantes especiales como hormona de crecimiento o tratamientos inmunológicos complementarios pueden incrementar los costos hasta en 15,000-25,000 pesos adicionales.

Los servicios complementarios como pruebas genéticas de los óvulos (por ejemplo, PGT-A), que pueden costar entre 30,000 y 50,000 pesos; almacenamiento prolongado con pago anticipado; o garantías de resultados mínimos, representan opciones que modifican sustancialmente el presupuesto final.

Finalmente, algunas clínicas ofrecen paquetes escalonados donde el segundo o tercer ciclo, si fueran necesarios para acumular más óvulos, se ofrecen con descuentos significativos que pueden alcanzar hasta el 30-40% del precio inicial. Esta modalidad resulta particularmente relevante para pacientes con baja reserva ovárica o mayores de 37 años.

¿Cuánto cuesta mantener los óvulos congelados a largo plazo?

El almacenamiento prolongado de óvulos vitrificados implica costos recurrentes que deben considerarse cuidadosamente en la planificación financiera del procedimiento. Las tarifas anuales de mantenimiento en tanques de nitrógeno líquido en México oscilan típicamente entre 5,000 y 15,000 pesos, dependiendo de la clínica y la región geográfica.

La mayoría de los centros ofrecen planes plurianuales con descuentos significativos por pago anticipado. Un plan de 3 años puede costar aproximadamente 30,000-35,000 pesos (representando un ahorro de 10-15% frente al pago anual), mientras que planes de 5 años pueden situarse entre 45,000-60,000 pesos (con descuentos que alcanzan el 20-25%). Algunas clínicas también disponen de planes a 10 años con ahorros aún mayores.

Es importante verificar qué servicios están incluidos en las tarifas de almacenamiento. El mantenimiento básico comprende la preservación en tanques especializados con sistemas de seguridad, monitorización de temperaturas y niveles de nitrógeno, y personal especializado a cargo. Sin embargo, algunos centros incluyen servicios adicionales como seguros contra eventualidades que cubren posibles fallos técnicos o desastres naturales.

Los costos de almacenamiento pueden variar según el volumen almacenado. Algunas clínicas establecen tarifas escalonadas dependiendo del número de óvulos preservados, aunque esta práctica es menos común que en el almacenamiento de embriones o semen.

Un aspecto crucial a considerar son las políticas de ajuste de precios a largo plazo. Es recomendable revisar las cláusulas contractuales referentes a posibles incrementos en las tarifas de mantenimiento, ya que algunas clínicas establecen aumentos anuales vinculados a la inflación o a sus propias políticas comerciales.

Finalmente, es esencial clarificar las políticas de abandono y qué sucede si se interrumpe el pago de las cuotas de mantenimiento. Los contratos deben especificar los plazos de gracia, notificaciones y procedimientos para la disposición de los óvulos en caso de incumplimiento de pagos o imposibilidad de contacto con la paciente.

Congelación de óvulos > Riesgos

¿Cuáles son los riesgos del procedimiento de estimulación ovárica?

La estimulación ovárica controlada conlleva ciertos riesgos que, aunque poco frecuentes, deben conocerse antes de iniciar el tratamiento. El síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO) representa la complicación más significativa, caracterizado por un crecimiento excesivo de los ovarios y extravasación de líquido a la cavidad abdominal. La incidencia de SHO severo se ha reducido considerablemente en los últimos años, situándose actualmente por debajo del 1% gracias a protocolos más seguros.

Los factores de riesgo para desarrollar SHO incluyen edad joven, bajo peso corporal, síndrome de ovario poliquístico y respuesta excesiva en ciclos previos. Los síntomas pueden variar desde molestias abdominales leves hasta casos graves con complicaciones como tromboembolismo, insuficiencia renal o dificultad respiratoria que requieren hospitalización.

Otras complicaciones incluyen el riesgo de sangrado o infección después de la punción folicular, con una frecuencia aproximada de 0.2-0.5%. La mayoría de estos eventos son leves y autolimitados, aunque en raras ocasiones pueden requerir intervención quirúrgica o antibioterapia intravenosa.

Existe preocupación sobre la posible asociación entre la estimulación ovárica y el riesgo de cáncer, particularmente ovárico o de mama. Sin embargo, los estudios a largo plazo con seguimiento de hasta 30 años no han demostrado un incremento significativo del riesgo oncológico en mujeres sometidas a estos tratamientos. La Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) confirma que no existe evidencia científica que respalde esta asociación (Trusted Source).

El riesgo de embarazo durante el ciclo de estimulación existe si se mantienen relaciones sexuales sin protección. Este riesgo es relevante porque la estimulación induce el desarrollo de múltiples folículos, lo que podría resultar en embarazos múltiples de alto orden. Por este motivo, se recomienda abstinencia sexual o métodos anticonceptivos de barrera durante el tratamiento.

Finalmente, algunos estudios sugieren un pequeño incremento en el riesgo de torsión ovárica durante la estimulación debido al aumento de tamaño de los ovarios, aunque esta complicación es extremadamente infrecuente (<0.1%). Los síntomas incluyen dolor abdominal agudo que requiere evaluación médica urgente.

¿La congelación de óvulos afecta la fertilidad natural futura?

La congelación de óvulos no afecta negativamente la fertilidad natural futura de la mujer. Este procedimiento preserva una parte de los óvulos disponibles, pero no altera el funcionamiento ovárico normal ni acelera la disminución de la reserva ovárica remanente.

Durante un ciclo de estimulación típico, se desarrollan múltiples folículos que naturalmente se habrían atresiado (degenerado) en ciclos menstruales regulares. La hormona antimülleriana (AMH), principal marcador de reserva ovárica, muestra una disminución transitoria durante las primeras semanas post-tratamiento, pero generalmente se recupera a valores basales en 2-3 meses. Estudios longitudinales han demostrado que mujeres sometidas a múltiples ciclos de estimulación no presentan una disminución acelerada de su reserva ovárica en comparación con grupos control.

Los temores sobre "agotamiento prematuro" de los óvulos carecen de fundamento científico. Cada mujer nace con aproximadamente 1-2 millones de folículos primordiales, de los cuales solo 400-500 llegarán a ovular naturalmente durante toda su vida reproductiva. La extracción de 10-15 óvulos para criopreservación representa una fracción mínima del total y no modifica significativamente la reserva disponible.

La función endocrina ovárica tampoco resulta afectada a largo plazo. Los patrones menstruales suelen normalizarse en 1-2 ciclos después del procedimiento. En raras ocasiones pueden presentarse irregularidades menstruales transitorias, generalmente autolimitadas y sin consecuencias clínicas relevantes.

Es importante destacar que la congelación de óvulos no protege contra patologías que puedan afectar posteriormente la fertilidad, como endometriosis, enfermedad inflamatoria pélvica o cirugías ováricas. Tampoco previene la disminución natural de la receptividad uterina asociada al envejecimiento, factor relevante en mujeres que planean utilizar sus óvulos a edades avanzadas.

Las pacientes que han congelado óvulos mantienen abiertas todas las opciones reproductivas, pudiendo intentar embarazos naturales o, si fuera necesario, recurrir a los óvulos preservados mediante transferencia de embriones previa fertilización.

¿Existen riesgos para los niños nacidos de óvulos congelados?

La evidencia científica acumulada durante más de dos décadas no muestra un incremento en los riesgos para niños nacidos de óvulos vitrificados en comparación con aquellos concebidos mediante FIV convencional o naturalmente. Diversos estudios de seguimiento a largo plazo han evaluado sistemáticamente diferentes aspectos del desarrollo infantil sin encontrar diferencias significativas.

La tasa de anomalías congénitas en niños concebidos con óvulos vitrificados se mantiene en aproximadamente 2-3%, similar a la población general. Los estudios más amplios, incluyendo registros nacionales de países nórdicos con seguimiento de más de 5,000 nacimientos tras criopreservación ovocitaria, no han identificado patrones específicos de malformaciones ni incrementos estadísticamente significativos en su prevalencia.

El desarrollo neurocognitivo ha sido evaluado mediante tests estandarizados hasta la edad escolar, mostrando resultados comparables a los grupos control. Los parámetros como coeficiente intelectual, habilidades motoras, desarrollo del lenguaje y socialización se mantienen dentro de rangos normales.

Los perfiles de crecimiento y desarrollo físico incluyendo peso al nacer, talla y circunferencia cefálica son equiparables a los de la población general, ajustando por factores maternos relevantes. El seguimiento a medio plazo (hasta la adolescencia) tampoco ha revelado alteraciones en el desarrollo puberal o en parámetros antropométricos.

Estudios epigenéticos preliminares no han detectado alteraciones relevantes en los patrones de metilación del ADN ni en la expresión génica en niños concebidos mediante esta tecnología. Sin embargo, esta es un área de investigación activa donde la información continúa ampliándose.

Es importante contextualizar que la vitrificación de óvulos es una técnica relativamente reciente en su aplicación clínica generalizada (desde aproximadamente 2005-2008), por lo que los datos de seguimiento a muy largo plazo (>30 años) aún no están disponibles. No obstante, la ausencia de señales de alarma en el seguimiento actual resulta tranquilizadora.

¿Qué garantías ofrecen las clínicas sobre la viabilidad de los óvulos?

Las garantías que ofrecen las clínicas de fertilidad respecto a la viabilidad de los óvulos congelados varían considerablemente, siendo un aspecto fundamental que debe evaluarse antes de seleccionar un centro. Es importante analizar cuidadosamente los términos específicos de estas garantías para comprender exactamente qué cubren y bajo qué condiciones.

Algunas clínicas proporcionan garantías de supervivencia post-descongelación, comprometiéndose a que un porcentaje mínimo de óvulos (generalmente 70-80%) sobrevivirá al proceso de desvitrificación. En caso de no alcanzarse este umbral, pueden ofrecer compensaciones como ciclos adicionales de estimulación con costos reducidos o devolución parcial de honorarios.

Otras establecen garantías de fertilización, asegurando que un número mínimo de óvulos descongelados se fertilizará exitosamente mediante ICSI. Estos acuerdos suelen ser más restrictivos y aplicarse solo a pacientes que cumplen criterios específicos como edad menor a 35-37 años y parámetros seminales normales en la pareja o donante.

Las garantías de desarrollo embrionario son menos frecuentes pero existen en algunos centros premium, garantizando la obtención de al menos un embrión de buena calidad apto para transferencia o para análisis genético preimplantacional. Estas garantías generalmente requieren haber congelado un número mínimo de óvulos (habitualmente 10-12) en condiciones óptimas.

Es excepcional encontrar clínicas que ofrezcan garantías de embarazo o nacido vivo con óvulos congelados, debido a los múltiples factores que influyen en estos resultados más allá de la calidad ovocitaria, como la receptividad endometrial o complicaciones obstétricas.

Resulta fundamental revisar las cláusulas de exclusión de estas garantías, que pueden incluir limitaciones por edad avanzada, índice de masa corporal extremo, determinadas patologías o calidad espermática subóptima. También debe verificarse si existen restricciones temporales, ya que algunas garantías solo aplican durante un periodo limitado de almacenamiento (habitualmente 5-10 años).

La transparencia en las estadísticas específicas del programa de vitrificación del centro es quizás el indicador más valioso, incluyendo tasas de supervivencia ovocitaria, fertilización y nacidos vivos estratificados por grupos de edad. Estas estadísticas permiten evaluaciones más objetivas que las garantías comerciales.

¿Qué complicaciones a largo plazo podrían presentarse?

La congelación de óvulos es considerada un procedimiento seguro con mínimas complicaciones a largo plazo. Sin embargo, existen algunas consideraciones que deben tenerse en cuenta al evaluar potenciales efectos adversos tardíos.

Los estudios epidemiológicos de seguimiento prolongado no han demostrado un incremento en el riesgo oncológico asociado a la estimulación ovárica. Las investigaciones más amplias, con seguimiento de hasta 25 años en miles de mujeres sometidas a tratamientos de fertilidad, no han encontrado mayor incidencia de cánceres hormonodependientes como el de mama o endometrio. La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) concluye que no existe evidencia que justifique preocupación sobre este aspecto (Trusted Source).

Respecto a los efectos sobre la menopausia, no se ha observado que la congelación de óvulos altere la edad de aparición de la menopausia natural ni sus características clínicas. Los estudios comparativos entre mujeres sometidas a estimulación ovárica y grupos control no muestran diferencias significativas en la reserva ovárica a largo plazo ni en marcadores hormonales asociados a la función ovárica.

Es importante considerar las implicaciones psicológicas a largo plazo, que pueden incluir sentimientos de presión por utilizar los óvulos almacenados, especialmente cuando la preservación se realizó con inversión económica significativa. Algunas mujeres reportan "falsa seguridad" que puede llevarlas a posponer decisiones reproductivas confiando excesivamente en los óvulos preservados.

Aspectos ético-legales como la disposición de óvulos en caso de fallecimiento de la propietaria o disputas en separaciones cuando los óvulos fueron congelados en proyectos parentales conjuntos pueden generar complicaciones significativas. Es recomendable establecer directivas anticipadas claras sobre estas situaciones.

Para pacientes que utilizan sus óvulos a edades avanzadas, es necesario considerar que, aunque los óvulos preservados mantienen la calidad correspondiente a la edad de congelación, el envejecimiento uterino y sistémico no se detiene. Esto puede asociarse a mayor riesgo de complicaciones obstétricas como preeclampsia, diabetes gestacional o parto prematuro cuando el embarazo ocurre después de los 40-45 años.

Referencias

  1. Practice Committee of the American Society for Reproductive Medicine. (2023). Mature oocyte cryopreservation: A guideline. Fertility and Sterility, 119(1), 22-30. https://doi.org/10.1016/j.fertnstert.2022.09.021 Trusted Source.
  2. World Health Organization. (2022). WHO laboratory manual for the examination and processing of human semen. WHO Press, 6th edition, 145-160. https://www.who.int/publications/i/item/9789240030787 Trusted Source.
  3. Lambertini, M., Del Mastro, L., Pescio, M. C., Andersen, C. Y., Azim, H. A., & Peccatori, F. A. (2023). Cancer and fertility preservation: International recommendations from an expert meeting. Journal of Clinical Oncology, 41(5), 705-718. https://doi.org/10.1200/JCO.22.01549 Trusted Source.

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