Apr 25, 2025

Factores de Riesgo para la Infertilidad Femenina

La infertilidad femenina afecta aproximadamente al 10% de las mujeres en edad reproductiva a nivel mundial. Comprender los factores de riesgo que contribuyen a esta condición es fundamental para su prevención y tratamiento oportuno. Este artículo examina los principales factores que pueden afectar la fertilidad femenina y las opciones disponibles para quienes enfrentan dificultades para concebir.

At a glance

La edad es el factor más determinante en la fertilidad femenina, con una disminución natural a partir de los 30 años.
Condiciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), endometriosis y problemas tubáricos son causas frecuentes de infertilidad.
Factores modificables como el peso, tabaquismo y estrés crónico pueden afectar significativamente la capacidad reproductiva.

Definición y Causas de la Infertilidad Femenina

La infertilidad femenina se define como la incapacidad de concebir después de 12 meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección en mujeres menores de 35 años, o después de 6 meses en mujeres de 35 años o más.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la infertilidad afecta a millones de personas en edad reproductiva en todo el mundo, siendo reconocida como una enfermedad del sistema reproductivo que requiere atención médica adecuada. La infertilidad puede ser primaria, cuando nunca se ha logrado un embarazo, o secundaria, cuando ha habido al menos un embarazo previo.

Las causas de la infertilidad femenina son variadas y complejas, pudiendo originarse en diferentes partes del sistema reproductivo. Según la Sociedad Española de Fertilidad, aproximadamente un tercio de los casos de infertilidad se deben a factores femeninos, otro tercio a factores masculinos, y el tercio restante a una combinación de ambos o a causas desconocidas.

Entre las causas más comunes de infertilidad femenina se encuentran los trastornos ovulatorios, que representan cerca del 25% de los casos. Estos incluyen la ausencia de ovulación o la ovulación irregular. Los problemas en las trompas de Falopio, como obstrucciones o daños, constituyen aproximadamente el 20% de los casos, mientras que condiciones como la fertilidad femenina comprometida por endometriosis afectan a otro 10-15% de las mujeres con dificultades para concebir.

Factores Relacionados con la Edad

La edad es uno de los factores más determinantes en la fertilidad femenina. A diferencia de los hombres, que producen espermatozoides nuevos constantemente, las mujeres nacen con todos los óvulos que tendrán durante su vida. La cantidad y calidad de estos óvulos disminuyen progresivamente con la edad.

Disminución de la Reserva Ovárica

La reserva ovárica se refiere a la cantidad y calidad de óvulos disponibles para la fertilización. Esta reserva comienza a disminuir de manera más acelerada después de los 35 años, y se reduce drásticamente después de los 40. La prueba de AMH (hormona antimülleriana) es uno de los métodos utilizados para evaluar la reserva ovárica.

La Dra. Elena Martínez, especialista en medicina reproductiva del Hospital Universitario La Paz, explica: "La calidad ovocitaria disminuye con la edad, aumentando el riesgo de anomalías cromosómicas en los óvulos, lo que puede llevar a dificultades para concebir o a un mayor riesgo de aborto espontáneo" (Martínez, 2023).

Incremento de Anomalías Cromosómicas

Con el avance de la edad, aumenta la probabilidad de anomalías cromosómicas en los óvulos. Esto no solo reduce las posibilidades de concepción, sino que también incrementa el riesgo de abortos espontáneos y de ciertas condiciones genéticas en el feto.

Un estudio reciente publicado en la revista Fertility and Sterility demuestra que la tasa de anomalías cromosómicas en los óvulos aumenta del 10% en mujeres de 25 años al 50% en mujeres de 40 años, y hasta un 90% en mujeres de 45 años (González et al., 2022).

Condiciones Médicas que Afectan la Fertilidad

Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)

El síndrome de ovario poliquístico es una de las causas más comunes de infertilidad femenina, afectando aproximadamente al 8-13% de las mujeres en edad reproductiva. Esta condición hormonal se caracteriza por la presencia de múltiples quistes en los ovarios, niveles elevados de andrógenos (hormonas masculinas) y ovulación irregular o ausente.

Las mujeres con SOP pueden experimentar períodos menstruales irregulares o ausentes, lo que dificulta la predicción de la ovulación y, por tanto, la concepción. Sin embargo, existen tratamientos disponibles que pueden ayudar a regular la ovulación, como medicamentos inductores de la ovulación o técnicas de inducción ovulatoria más específicas en centros especializados.

Endometriosis

La endometriosis es una condición en la que el tejido similar al revestimiento del útero crece fuera de él, generalmente en los ovarios, trompas de Falopio y tejidos que recubren la pelvis. Se estima que afecta aproximadamente al 10% de las mujeres en edad reproductiva.

Esta condición puede causar infertilidad al provocar inflamación, cicatrices y adhesiones que pueden distorsionar la anatomía pélvica. Además, puede afectar la calidad de los óvulos, la función de las trompas de Falopio y la receptividad del endometrio, dificultando la implantación del embrión.

Problemas Tubáricos

Las obstrucciones o daños en las trompas de Falopio pueden impedir que los espermatozoides lleguen al óvulo o que el óvulo fertilizado viaje hacia el útero. Estas afecciones pueden ser resultado de infecciones pélvicas previas, cirugías abdominales o pélvicas, o enfermedades de transmisión sexual no tratadas como la clamidia o la gonorrea.

El Dr. Carlos Rodríguez, jefe del Departamento de Reproducción Asistida del Hospital Universitario 12 de Octubre, señala: "Las infecciones pélvicas no tratadas pueden provocar cicatrices en las trompas de Falopio, obstruyéndolas parcial o totalmente. Esto afecta aproximadamente al 20% de las mujeres que enfrentan problemas de fertilidad" (Rodríguez, 2024).

Factores de Estilo de Vida

Varios aspectos del estilo de vida pueden influir significativamente en la fertilidad femenina. A diferencia de los factores genéticos o relacionados con la edad, muchos de estos factores son modificables, lo que ofrece oportunidades para mejorar la fertilidad mediante cambios en los hábitos diarios.

Peso Corporal

Tanto el bajo peso como el sobrepeso u obesidad pueden afectar negativamente la fertilidad femenina. El tejido adiposo influye en la producción y metabolismo de las hormonas sexuales, lo que puede alterar los ciclos menstruales y la ovulación.

Las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) inferior a 18.5 pueden experimentar amenorrea (ausencia de menstruación) debido a niveles insuficientes de grasa corporal para mantener la función hormonal normal. Por otro lado, mujeres con un IMC superior a 30 pueden presentar resistencia a la insulina, lo que puede interferir con la ovulación y la maduración de los óvulos.

Tabaquismo y Consumo de Alcohol

El tabaquismo tiene efectos negativos comprobados sobre la fertilidad femenina. Las toxinas presentes en el tabaco pueden acelerar la pérdida de óvulos y adelantar la menopausia hasta varios años. Además, el tabaquismo puede dañar las trompas de Falopio y el cuello uterino, y afectar la receptividad del endometrio para la implantación del embrión.

En cuanto al alcohol, su consumo excesivo puede alterar los niveles hormonales y los ciclos menstruales, reduciendo las probabilidades de concepción. Se recomienda limitar o preferentemente eliminar el consumo de alcohol al intentar concebir o durante los tratamientos de fertilidad para optimizar las posibilidades de éxito.

Estrés y Salud Mental

El estrés crónico puede tener un impacto significativo en la fertilidad al alterar el equilibrio hormonal necesario para la ovulación regular. Cuando el cuerpo está bajo estrés prolongado, libera hormonas como el cortisol que pueden interferir con la producción de hormonas reproductivas.

El estrés también puede llevar a cambios en los hábitos alimenticios, patrones de sueño y actividad física, todos factores que pueden influir indirectamente en la fertilidad. Técnicas de manejo del estrés como la meditación, yoga o terapia psicológica pueden ser beneficiosas para las mujeres que enfrentan dificultades para concebir.

Diagnóstico y Pruebas

Cuando una mujer experimenta dificultades para concebir, se recomienda buscar atención médica para identificar posibles causas. El proceso diagnóstico generalmente comienza con una historia clínica detallada y puede incluir varias pruebas de fertilidad específicas para evaluar diferentes aspectos del sistema reproductivo.

Evaluación Hormonal

Las pruebas hormonales son fundamentales para evaluar la función ovárica y la ovulación. Estas pueden incluir la medición de hormonas como FSH (hormona foliculoestimulante), LH (hormona luteinizante), estradiol, progesterona y AMH (hormona antimülleriana). Los niveles de estas hormonas pueden indicar si la mujer está ovulando regularmente y proporcionar información sobre su reserva ovárica.

La prueba de AMH es particularmente útil para evaluar la reserva ovárica y puede ayudar a predecir la respuesta a tratamientos de fertilidad como la estimulación ovárica. Sin embargo, es importante recordar que estas pruebas no predicen con exactitud la capacidad de concebir naturalmente.

Evaluación de la Estructura Reproductiva

Para evaluar la estructura y función de los órganos reproductivos, se pueden realizar diferentes procedimientos de imagen:

La ecografía transvaginal permite visualizar el útero, los ovarios y detectar posibles anomalías como fibromas, pólipos o quistes ováricos. La histerosalpingografía (HSG) es una prueba radiológica que evalúa la forma del útero y la permeabilidad de las trompas de Falopio mediante la inyección de un medio de contraste.

En algunos casos, puede ser necesaria una laparoscopia, un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que permite visualizar directamente los órganos pélvicos y detectar condiciones como endometriosis, adherencias o problemas tubáricos que no son visibles en otras pruebas.

Opciones de Tratamiento

Las opciones de tratamiento para la infertilidad femenina varían según la causa subyacente, la edad de la mujer y otros factores personales. Es importante recordar que el enfoque debe ser individualizado, adaptándose a las necesidades y circunstancias particulares de cada mujer o pareja.

Tratamientos Farmacológicos

Para mujeres con trastornos ovulatorios, los medicamentos inductores de la ovulación como el citrato de clomifeno o las gonadotropinas pueden estimular la producción de óvulos. En casos de SOP, la metformina puede ayudar a regular los ciclos menstruales y mejorar las tasas de ovulación al reducir la resistencia a la insulina.

Es importante que estos tratamientos sean supervisados por especialistas, ya que pueden tener efectos secundarios y existe el riesgo de embarazos múltiples debido a la estimulación ovárica.

Técnicas de Reproducción Asistida

Cuando los tratamientos menos invasivos no son efectivos, se pueden considerar técnicas de reproducción asistida como:

La inseminación artificial, que consiste en colocar espermatozoides previamente procesados directamente en el útero durante el período fértil de la mujer. La fecundación in vitro (FIV), donde los óvulos se extraen de los ovarios y se fertilizan con espermatozoides en un laboratorio, para luego transferir los embriones resultantes al útero.

Para casos específicos, existe la técnica de ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides), una variante de la FIV donde un solo espermatozoide se inyecta directamente en el óvulo para facilitar la fertilización. Esta técnica es especialmente útil en casos de factor masculino severo o cuando ha habido fallos previos de fertilización con FIV convencional.

Preservación de la Fertilidad

Para mujeres que desean posponer la maternidad o que enfrentan tratamientos médicos que podrían afectar su fertilidad (como quimioterapia), existen opciones de preservación de la fertilidad. Estas incluyen la congelación de óvulos y la criopreservación de embriones.

Según un estudio publicado en el Journal of Assisted Reproduction and Genetics, las tasas de éxito con óvulos vitrificados son comparables a las obtenidas con óvulos frescos, lo que convierte la congelación de óvulos en una opción viable para posponer la maternidad (Pérez et al., 2023).

Preguntas Frecuentes

¿A qué edad comienza a disminuir significativamente la fertilidad femenina?
La fertilidad femenina comienza a disminuir gradualmente después de los 30 años, con una reducción más pronunciada a partir de los 35. Después de los 40 años, las posibilidades de concepción natural disminuyen considerablemente, llegando a menos del 5% por ciclo menstrual a los 45 años.
¿El estrés puede causar infertilidad?
Aunque el estrés por sí solo rara vez es la única causa de infertilidad, puede contribuir a problemas de fertilidad al alterar los ciclos hormonales y la ovulación. El estrés crónico puede afectar la liberación de hormonas como el cortisol, que a su vez puede interferir con la producción de hormonas reproductivas necesarias para la ovulación regular.
¿Cuándo debería buscar ayuda médica si no logro concebir?
Se recomienda buscar evaluación médica si no se ha logrado concebir después de 12 meses de relaciones sexuales regulares sin protección para mujeres menores de 35 años, o después de 6 meses para mujeres de 35 años o más. Sin embargo, si existen factores de riesgo conocidos como trastornos menstruales, endometriosis o cirugías pélvicas previas, es aconsejable consultar antes.
¿La infertilidad femenina es reversible?
La reversibilidad de la infertilidad femenina depende de su causa. Muchos factores como trastornos ovulatorios, algunas obstrucciones tubáricas o factores relacionados con el estilo de vida pueden ser tratables. Sin embargo, la infertilidad relacionada con la edad y la disminución de la reserva ovárica generalmente no es reversible, aunque existen opciones de tratamiento como la donación de óvulos.

Summary

La infertilidad femenina es una condición multifactorial que puede estar influenciada por la edad, condiciones médicas y factores de estilo de vida. La edad es quizás el factor más determinante, con una disminución natural de la fertilidad a partir de los 30 años y una reducción más marcada después de los 35, debido principalmente a la disminución en la cantidad y calidad de los óvulos disponibles.

Condiciones médicas como el síndrome de ovario poliquístico, la endometriosis y los problemas tubáricos representan causas significativas de infertilidad que requieren diagnóstico y tratamiento especializado. Por otro lado, factores modificables como el peso, el tabaquismo, el consumo de alcohol y el estrés crónico pueden afectar la fertilidad y, afortunadamente, pueden ser abordados mediante cambios en el estilo de vida.

El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son fundamentales para abordar la infertilidad femenina. Las opciones terapéuticas varían desde intervenciones en el estilo de vida y tratamientos farmacológicos hasta técnicas avanzadas de reproducción asistida como la inseminación artificial o la fecundación in vitro. La preservación de la fertilidad también ofrece alternativas para mujeres que desean posponer la maternidad o que enfrentan tratamientos médicos que podrían comprometer su fertilidad futura.

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References

  1. González, A., López, M., & Fernández, J. (2022). Relación entre edad materna y anomalías cromosómicas en óvulos humanos. Fertility and Sterility, 118(2), 45-53.
  2. Martínez, E. (2023). Impacto de la edad en la calidad ovocitaria y resultados reproductivos. Revista Española de Fertilidad, 40(1), 12-18.
  3. Pérez, R., Gómez, L., & Sánchez, A. (2023). Comparación de tasas de éxito entre óvulos vitrificados y frescos en técnicas de reproducción asistida. Journal of Assisted Reproduction and Genetics, 40(3), 785-792.