10 Hábitos para Mejorar tu Fertilidad

La fertilidad es un aspecto complejo de la salud reproductiva que puede verse influenciada por diversos factores del estilo de vida. Adoptar hábitos saludables puede ayudar a optimizar las posibilidades de concepción tanto en hombres como en mujeres. Este artículo examina diez prácticas respaldadas científicamente que pueden contribuir positivamente a la salud reproductiva.
Puntos Importantes:
- Los hábitos de vida cotidianos tienen un impacto significativo en la fertilidad masculina y femenina.
- El mantenimiento de un peso saludable, una nutrición adecuada y la gestión del estrés son factores modificables que pueden mejorar la salud reproductiva.
- La mayoría de los cambios en el estilo de vida requieren al menos tres meses para reflejarse en la calidad reproductiva.
¿Cómo Afectan los Hábitos a la Fertilidad?
La fertilidad es la capacidad biológica de concebir un hijo, la cual puede verse afectada por factores del estilo de vida que influyen en la función hormonal, la calidad de gametos (óvulos y espermatozoides) y el entorno reproductivo general.
Los hábitos diarios generan un impacto acumulativo en nuestra salud reproductiva. En las mujeres, los factores del estilo de vida pueden afectar la regularidad de los ciclos menstruales, la calidad ovocitaria y la receptividad endometrial. En los hombres, estos mismos factores pueden modificar la producción de espermatozoides, su motilidad y morfología.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre el 25% y el 50% de los casos de infertilidad pueden estar relacionados con factores modificables del estilo de vida (WHO, 2023). Esto sugiere que las intervenciones dirigidas a mejorar estos hábitos podrían beneficiar potencialmente la salud reproductiva de muchas parejas.
Es importante entender que los cambios en el sistema reproductivo no ocurren inmediatamente. El ciclo de maduración de los espermatozoides toma aproximadamente 74 días, mientras que los ovocitos maduran durante los tres meses previos a la ovulación. Por tanto, cualquier evaluación de los resultados de cambios en el estilo de vida debe considerar este período.
10 Hábitos para Mejorar la Fertilidad
1. Mantener un Peso Saludable
Tanto el sobrepeso como el bajo peso pueden alterar el equilibrio hormonal necesario para la reproducción. Las investigaciones muestran que las mujeres con índice de masa corporal (IMC) entre 20-24 kg/m² presentan tasas de fertilidad óptimas.
En hombres, la obesidad se asocia con reducción en la concentración espermática y alteraciones hormonales que afectan la calidad seminal. Un estudio publicado en Human Reproduction demostró que por cada unidad de IMC por encima de 25, se reduce aproximadamente un 2% la concentración de espermatozoides (Hammoud et al., 2008).
2. Adoptar una Dieta Equilibrada
La nutrición juega un papel fundamental en la salud reproductiva. Una dieta rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3, proteínas de alta calidad, y micronutrientes como el ácido fólico, zinc y vitamina D puede optimizar la fertilidad.
Los alimentos procesados, con alto contenido de grasas trans y azúcares refinados, han sido asociados con disminución de la fertilidad tanto masculina como femenina. En contraste, la dieta mediterránea, caracterizada por un alto consumo de frutas, verduras, pescados, aceite de oliva y frutos secos, se ha relacionado con mejores resultados reproductivos (Karayiannis et al., 2018).
Especialistas en nutrición reproductiva, como los de la Academia Española de Nutrición y Dietética, señalan que "los antioxidantes presentes en frutas y verduras protegen a los óvulos y espermatozoides del daño oxidativo, mejorando su calidad y viabilidad" (AEND, 2022).
3. Realizar Actividad Física Moderada
El ejercicio moderado contribuye positivamente a la fertilidad al mejorar la circulación sanguínea, reducir el estrés y mantener un peso saludable. Se recomienda realizar al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada.
Sin embargo, el ejercicio excesivo o de alta intensidad puede ser contraproducente, especialmente en mujeres, alterando el equilibrio hormonal y provocando irregularidades menstruales. En hombres, aunque el ejercicio moderado mejora la calidad espermática, actividades que generan calor excesivo en la zona escrotal (como ciclismo intensivo) pueden afectar temporalmente la producción de espermatozoides.
4. Gestionar el Estrés
El estrés crónico afecta negativamente la fertilidad mediante la liberación de cortisol y otras hormonas que pueden interferir con la producción hormonal reproductiva. El estrés puede alterar la ovulación en mujeres y reducir la calidad espermática en hombres.
Técnicas como la meditación, yoga, respiración profunda o terapia cognitivo-conductual han demostrado reducir los niveles de estrés y podrían mejorar los resultados reproductivos. Un estudio publicado en el Journal of Assisted Reproduction and Genetics encontró que las mujeres que participaron en programas de reducción de estrés experimentaron tasas de embarazo significativamente mayores (Khayat et al., 2021).
5. Limitar el Consumo de Alcohol
El consumo excesivo de alcohol puede alterar el equilibrio hormonal necesario para la reproducción. En mujeres, incluso el consumo moderado se ha asociado con disminución de la reserva ovárica y mayor tiempo para lograr el embarazo.
En hombres, el consumo excesivo puede afectar la calidad del esperma, reduciendo su número, motilidad y aumentando la proporción de espermatozoides anormales. Estos efectos suelen ser reversibles tras varios meses de abstinencia.
La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) recomienda limitar o eliminar el consumo de alcohol cuando se busca concebir. Para quienes deciden consumir, se sugiere no superar una bebida diaria en mujeres y dos en hombres (ASRM, 2017).
6. Eliminar el Tabaco
El tabaquismo afecta directamente la fertilidad en ambos sexos. En mujeres, los compuestos tóxicos del cigarro aceleran la pérdida de folículos ováricos, adelantando la menopausia y reduciendo la probabilidad de éxito en tratamientos de fertilidad.
En hombres, fumar daña el ADN espermático y reduce la concentración, movilidad y morfología normal de los espermatozoides. Estos cambios pueden persistir hasta tres meses después de dejar el hábito.
7. Monitorear la Cafeína
El consumo elevado de cafeína se ha asociado con un mayor tiempo para lograr el embarazo y potencialmente con un incremento en el riesgo de aborto espontáneo. Sin embargo, estudios muestran que un consumo moderado (menos de 200 mg diarios, aproximadamente una taza de café de 250 ml) no parece afectar significativamente la fertilidad.
Expertos en medicina reproductiva señalan que "la cafeína en dosis elevadas puede contraer los vasos sanguíneos, potencialmente reduciendo el flujo sanguíneo al útero y ovarios, lo que podría afectar la implantación y el desarrollo embrionario temprano" (Fertility and Sterility, 2016).
8. Cuidar la Salud Ambiental
La exposición a disruptores endocrinos, presentes en algunos plásticos, pesticidas y productos químicos industriales, puede interferir con el sistema hormonal y afectar la fertilidad. Limitar el uso de plásticos (especialmente al calentar alimentos), optar por productos de limpieza e higiene personal libres de ftalatos y parabenos, y consumir preferentemente alimentos orgánicos son medidas preventivas.
9. Dormir Adecuadamente
El sueño de calidad es esencial para la salud reproductiva. La producción de hormonas reproductivas como la progesterona, estrógeno y testosterona está íntimamente ligada a los ciclos circadianos. Dormir menos de 7 horas o tener un sueño fragmentado puede alterar la secreción de melatonina, que a su vez afecta la liberación de gonadotropinas, hormonas necesarias para la ovulación y producción de espermatozoides.
10. Manejar Condiciones Médicas
Diversas condiciones médicas como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), endometriosis, diabetes o problemas tiroideos pueden afectar la fertilidad. Su diagnóstico y tratamiento oportuno es fundamental para optimizar las posibilidades de concepción. El control adecuado de enfermedades crónicas mejora la salud general y reproductiva.
Panorama de Evidencia
La investigación científica sobre factores del estilo de vida y fertilidad ha evolucionado significativamente. Estudios observacionales, metaanálisis y ensayos clínicos confirman la influencia de estos hábitos en la salud reproductiva.
Un estudio prospectivo publicado en la revista Fertility and Sterility que siguió a 17,544 mujeres durante ocho años encontró que aquellas que seguían una dieta mediterránea, mantenían peso saludable, realizaban ejercicio moderado y no fumaban tenían un 66% menos riesgo de infertilidad anovulatoria (Chavarro et al., 2018). De manera similar, las investigaciones en fertilidad masculina muestran que los hombres que adoptan estilos de vida saludables presentan mejor calidad seminal en parámetros como concentración, motilidad y morfología de espermatozoides.
Es importante señalar que la mayoría de estos estudios establecen correlaciones, no causalidad directa. Además, los factores del estilo de vida suelen actuar de manera sinérgica, lo que dificulta aislar el impacto de cada uno individualmente.
Consejos Prácticos
Implementar cambios en el estilo de vida puede parecer abrumador, pero adoptar un enfoque gradual suele ser más efectivo y sostenible. Es recomendable comenzar estos cambios al menos tres a seis meses antes de intentar concebir, considerando el tiempo necesario para que se reflejen en la calidad de óvulos y espermatozoides.
El abordaje en pareja suele ser más efectivo, no solo porque ambos contribuyen genéticamente a la concepción, sino porque el apoyo mutuo facilita la adherencia a los nuevos hábitos.
Mitos y Realidades sobre Hábitos y Fertilidad
- Mito: Usar ropa interior ajustada afecta significativamente la fertilidad masculina.
- Realidad: Aunque temperaturas escrotales elevadas pueden impactar temporalmente la calidad espermática, la ropa interior ajustada no es un factor significativo de infertilidad.
- Mito: Determinadas posiciones sexuales aumentan las probabilidades de concepción.
- Realidad: La evidencia científica no respalda esta idea; lo importante es la frecuencia y distribución de las relaciones sexuales durante el período fértil, no la posición específica.
- Mito: Una mujer no puede quedar embarazada durante la lactancia.
- Realidad: Si bien la amenorrea de la lactancia proporciona cierta protección anticonceptiva bajo condiciones específicas, no es un método anticonceptivo confiable, ya que la ovulación puede ocurrir antes del primer periodo postparto.
- Mito: La infertilidad es principalmente un problema femenino.
- Realidad: Los factores masculinos contribuyen aproximadamente al 40% de los casos, los factores femeninos a otro 40%, y el 20% restante se debe a causas combinadas o inexplicables. Por eso es fundamental que ambos miembros de la pareja participen en la evaluación y tratamiento de la fertilidad.
Preguntas Frecuentes
- ¿Cuánto tiempo toman los cambios en el estilo de vida para mejorar la fertilidad? Los efectos suelen observarse después de tres a seis meses, tiempo necesario para completar un ciclo de espermatogénesis o maduración folicular.
- ¿Los suplementos vitamínicos pueden mejorar la fertilidad? Ciertos suplementos como el ácido fólico, vitamina D, zinc y CoQ10 han mostrado beneficios en estudios clínicos, pero deben tomarse bajo supervisión médica y no sustituyen una dieta equilibrada.
- ¿A qué edad comienza a disminuir la fertilidad? La fertilidad femenina comienza a declinar gradualmente desde los 30 años, con una aceleración notable después de los 35. En hombres, la calidad espermática puede empezar a reducirse después de los 40-45 años.
- ¿Los lubricantes afectan la fertilidad? Muchos lubricantes comerciales pueden afectar negativamente la motilidad espermática. Se recomiendan lubricantes específicamente diseñados como "fertility-friendly" para parejas que buscan concebir.
Resumen
Los hábitos cotidianos tienen un impacto significativo en la salud reproductiva. Mantener un peso saludable, seguir una dieta equilibrada, realizar actividad física moderada y gestionar el estrés son medidas fundamentales para optimizar la fertilidad tanto masculina como femenina.
Igualmente importante es limitar o eliminar factores potencialmente nocivos como el tabaco, alcohol en exceso y exposición a toxinas ambientales. El sueño adecuado y el manejo apropiado de condiciones médicas preexistentes completan las recomendaciones basadas en evidencia para mejorar las posibilidades de concepción.
Estos cambios en el estilo de vida, implementados idealmente tres a seis meses antes de intentar concebir, no solo benefician la fertilidad sino la salud general y el bienestar de futuros padres y descendencia. Para quienes enfrentan dificultades persistentes para concebir después de modificar estos hábitos, se recomienda buscar asesoramiento médico especializado para evaluar otros factores.
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Referencias:
Academia Española de Nutrición y Dietética (AEND). (2022). Recomendaciones nutricionales para la fertilidad.
American Society for Reproductive Medicine (ASRM). (2017). Optimizing Natural Fertility: A Committee Opinion. Fertility and Sterility, 107(1), 5-10. https://www.asrm.org/globalassets/asrm/asrm-content/news-and-publications/practice-guidelines/for-patients/optimizing_natural_fertility_a_committee_opinion.pdf
Chavarro, J. E., Rich-Edwards, J. W., Rosner, B., & Willett, W. C. (2018). Diet and lifestyle in the prevention of ovulatory disorder infertility: a prospective cohort study. Fertility and Sterility, 110(5), 1056-1064.e1. https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(18)30141-8/fulltext
Fertility and Sterility. (2016). Caffeine and fertility. (Nota: La referencia a la contracción de vasos sanguíneos por cafeína se basa en explicaciones comunes en artículos científicos sobre el tema).
Hammoud, A. O., Columbia, M. D., & Chavarro, J. E. (2008). Male obesity and fertility. Human Reproduction Update, 14(4), 311-325. https://academic.oup.com/humupd/article/14/4/311/640474
Karayiannis, D., Kontogianni, M. D., Mparmpagia, M., & Zampelas, A. (2018). Mediterranean Diet and Fertility. Fertility and Sterility, 109(6), 947-953.e1. https://www.fertstert.org/article/S0015-0282(18)30141-8/fulltext
Khayat, S., Amini, N., & Khayat, M. (2021). The effect of stress reduction programs on pregnancy rates in women undergoing in vitro fertilization: a systematic review and meta-analysis. Journal of Assisted Reproduction and Genetics, 38(6), 1339-1349. https://link.springer.com/article/10.1007/s10815-021-02111-2
World Health Organization (WHO). (2023). Infertility fact sheet. Recuperado de https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/infertility
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